Quiénes somos

La ciudad desde la crisis del 2001 viene experimentando una descomposición impresionante de sus estructuras políticas. Los instrumentos de una fuerza se piensan como la triste ecuación: “un sello más algunos celulares”. Esta lógica mercantilista del poder, heredada de un modelo de representación política con lógica liberal, no expresa el sentir de los peronistas con identidad nacional y popular. Estamos cansados de esas construcciones que solo quedan en simples fuerzas electorales, dónde todo se hace y se piensa en función del lugar a ocupar en la lista, donde lo siempre ausente es el sentido colectivo de la política, el que dice que esta es una práctica en la cual, como ciudadanos, decidimos sobre como queremos vivir, aprendiendo a escucharnos, a tomar decisiones entre todos, responsabilizándonos por las decisiones que tomamos, jugándonos por el modo de vida que elegimos tener.

Llegó la hora de pensar en una fuerza política y no en una fuerza electoral. La fuerza política es la construcción participativa y la organización conjunta en pos de ideas colectivas, construidas entre todos. La fuerza política contiene, en los momentos electorales, una fuerza electoral, pero no se diluye en ese acto, ni se organiza exclusivamente con ese fin. Una fuerza política se construye para impulsar un proyecto de gobierno con ideas, que brindará, a los compañeros que eventualmente alcancen responsabilidades institucionales, la fortaleza para defender las convicciones que son de todos. Limita ese verdadero mal de nuestra democracia, que hace que nuestros representantes se transformen en “líberos” ni bien alcanzan un cargo. Y finalmente, la fuerza política hace que en el ejercicio de un gobierno la agenda a impulsar sea la de todos, evitando que las garras de los poderes reales transformen a los gobernantes en los “gerentes estatales” de sus intereses.

Por eso decimos, compañeros, empecemos ahora. Porque tenemos dos años por delante. Para una construcción verdaderamente democrática, en la cual las decisiones sean la expresión de aquello que todos deseamos. Para llegar con la suficiente fuerza que evite que nos impongan candidatos foráneos, ajenos a nuestra identidad. Para que quienes solamente entienden la militancia como el trabajo de las cuatro semanas de campaña electoral, entiendan que algunos queremos otro modelo de construcción.

Con estas ideas proponemos, en una primera etapa, trabajar para concretar los siguientes objetivos:

- construir un ámbito de debate político sobre la situación que envuelve a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires;

- debatir respecto de cómo superar el estado de fragmentación política existente en el campo nacional y popular en la Ciudad, sincerando todo aquello que sea preciso para alcanzar un área de acuerdos, y desde ellos impulsar ideas que plasmen en prácticas concretas;

- generar espacios de trabajo común, con objetivos de acción asociados.