viernes, 19 de agosto de 2011

Crean programa de prevención del cáncer de útero


El Ministerio de Salud dispuso la creación del programa nacional de prevención del caso de útero, con el objetivo de reducir su incidencia y mortalidad, señalando que es la segunda causa de muerte de mujeres entre 35 y 64 años. En la Argentina se detectan 3000 casos, muriendo 2000 mujeres por año.
El Ministerio de Salud creó el “Programa Nacional de Prevención de Cáncer Cérvico Uterino”, con el objetivo de reducir la incidencia y mortalidad por cáncer cérvicouterino, destinado a las mujeres en riesgo de desarrollar cáncer de cuello de útero.

La Resolución 1261/2011 publicada hoy en el Boletín Oficial, con la firma del ministro Juan Manzur, establece que el programa funcionará en la órbita de la Subsecretaría de Salud Comunitaria dependiente de la Secretaría de Promoción y Programas Sanitarios del Ministerio de Salud.

Será su función el fortalecimiento institucional y de la capacidad de gestión de los programas provinciales; el desarrollo de estrategias para el aumento de la cobertura de tamizaje (detección) de mujeres en edad objetivo; la garantía de la calidad de la prueba de tamizaje; el desarrollo de una red eficiente de derivación, seguimiento y tratamiento de mujeres con lesiones precancerosas y cáncer; el establecimiento de un sistema de información estratégica que incluya la vigilancia epidemiológica, el monitoreo y la evaluación de la calidad y del impacto del programa.

En los considerandos expresa que el cáncer cérvico-uterino es la segunda causa de muerte por dicha enfermedad, de mujeres entre 35 y 64 años.

Agrega que en la Argentina se diagnostican alrededor de 3000 casos nuevos por año de cáncer cérvicouterino, muriendo 2000 mujeres por año por esta enfermedad.

Dice luego que resulta ineludible coordinar con las jurisdicciones provinciales y del Gobierno Autónomo de la Ciudad de Buenos Aires, las acciones conducentes a la obtención de estrategias que optimicen la prevención del cáncer cérvico-uterino en el marco de programas organizados.

El Programa creado, agrega, tendrá como objeto reducir la incidencia y mortalidad por cáncer cérvicouterino, garantizando una adecuada cobertura de la población objetivo, una adecuada calidad del test de tamizaje (toma y lectura de pap), y un adecuado seguimiento y tratamiento de mujeres con lesiones precancerosas y cáncer.

En el Anexo al Programa se precisa como objetivos centrales contribuir a la reducción de la incidencia y mortalidad por cáncer de cuello uterino y como objetivos específicos lograr la alta cobertura del tamizaje en la población objetivo definida por el programa como también asegurar la calidad de la prueba de tamizaje; también desarrollar un sistema eficiente de seguimiento y tratamiento de las lesiones precancerosas; establecer un sistema de información estratégica que incluya la vigilancia epidemiológica y el monitoreo y la evaluación de la calidad y del impacto del programa.

En el Anexo amplia la información señalando que el cáncer de cuello de útero es el segundo cáncer más diagnosticado en mujeres, con una incidencia estimada de 23.2 casos por 100000 mujeres (Ferlay et al 2004). Se estima que cada año se diagnostican alrededor de 3000 casos nuevos y mueren aproximadamente 2000 mujeres a causa de la enfermedad, siendo que es una enfermedad casi totalmente prevenible con la tecnología actualmente disponible.

Se considera que el cáncer de cuello de útero es el tumor que mayormente refleja la desigualdad social en salud. Afecta principalmente a mujeres pobres, socialmente vulnerables, que no acceden a los servicios de tamizaje por Papanicolaou (Pap) y al tratamiento de las lesiones precancerosas.

En Argentina, el Sub-Programa Nacional de Prevención de Cáncer Cérvico-Uterino, fue establecido en el año 1998 por Resolución Ministerial Nº 480/98, sin embargo sus actividades sólo fueron parcialmente desarrolladas.

Durante el año 2007, en el marco del Proyecto de Mejoramiento del Programa de Prevención de Cáncer de Cuello Uterino en Argentina, llevado a cabo en articulación con el Programa Nacional de Salud Sexual y Procreación Responsable y financiado por la Organización Panamericana de la Salud, se realizó un diagnóstico de base sobre la organización, cobertura y calidad del Programa Nacional y los programas provinciales.

En dicho diagnóstico se identificaron las siguientes limitaciones:

• Provincias sin marco programático para la prevención del cáncer cérvico-uterino.

• Ausencia de equipos profesionales para la coordinación de los programas, y recursos humanos con baja formación en gestión de salud pública; presupuestos limitados.

• Baja cobertura de realización de Paps, especialmente entre mujeres sin cobertura de salud, de bajo nivel socio-económico.

• Concentración del tamizaje en mujeres jóvenes, de bajo riesgo. Definiciones de edades objetivo y frecuencia de tamizaje poco eficientes, con escaso fundamento en la evidencia científica.

• Escasez de recursos humanos capacitados para la búsqueda activa de mujeres y toma de Paps, especialmente en los centros de atención primaria de la salud.

• Descentralización de la lectura de la citología en laboratorios con bajo caudal de lectura; laboratorios con equipamiento deficiente y/o obsoleto.

• Ausencia de mecanismos regulatorios y controles de calidad internos y externos de los laboratorios de citología y anatomía patológica.

• Servicios de patología cervical sin equipamiento y/o recursos humanos capacitados para llevar a cabo tratamientos de lesiones precancerosas no invasivos (i.e LEEP).

• Circuitos de derivación para el seguimiento y tratamiento de pacientes con lesiones precancerosas y cáncer altamente ineficientes.

• Ausencia de un sistema de información para el monitoreo y evaluación del programa.

Dice luego que la experiencia de los países desarrollados ha mostrado que a través de un programa organizado de prevención y control del cáncer cérvico-Uterino es posible reducir la mortalidad por esta enfermedad en alrededor de un 80 por ciento.

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