El médico, ex director del Argerich y gerente de prestaciones médicas de la APE, Donato Spaccavento, habló con Política Argentina sobre los anuncios de la presidenta en materia de salud. “Ninguna tiene por qué quebrar o desfinanciarse. Van a tener rentabilidad de su financiamiento propio. Algo que es más racional”, desmitifica el ex ministro de Salud de Santiago del Estero.¿Qué significa la sanción de la Ley que regula las prepagas?
La ley de regulación a las prepagas es un enorme avance. Estábamos absolutamente desprotegidos ante las empresas de medicina prepaga. Esto quiere decir que de ahora en más ya no.
¿Y cuales son los cambios reales para los afiliados?
Ahora, cuando los pacientes entran en una prepaga, ya están cubiertos en caso de enfermarse. Eso no sucedía antes. Si en ese tiempo se enfermaba o una mujer se embarazaba no le cubría durante un periodo. Otro avance muy importante es el de los mayores de 65 años. Anteriormente, la medicina prepaga le duplicaba o triplicaba la cuota. Eso hacía que muchas personas que estaban en el momento de la vida en donde más necesitan asistencia médica quedaran, por incapacidad de pago, sin cobertura. Era todo una serie de injusticias que con la nueva ley se ha corregido.
El estado podrá regular los montos de las cuotas, pero puede que en estos casos, como el de los ancianos, se incremente el pago.
No. El estado va a subsidiar a aquellos pacientes con casos especiales que no estén contemplados en la ley, para que no sufran una situación de injusticias frente a las prepagas. Es decir, el estado pagará para que puedan ser atendidos en sus prepagas.
¿En qué casos se va a cumplir?
En caso de Sida, de pacientes con cuestiones de cáncer y otros. La idea es proteger a aquellos que están en riesgo de vida para que no queden sin cobertura.
Uno de los argumentos esgrimidos por la oposición fue que las empresas prepagas a partir de esta ley se iban a desfinanciar.
No. Eso es una estupidez. Las prepagas son empresas con fines de lucro. No son empresas solidarias. Tienen una alta rentabilidad. Parte de su política siempre ha sido captar pacientes de las obras sociales y jóvenes que son los que naturalmente no se enferman. Las empresas tienen que administrarse bien. Esto explica que al incorporarse estos artículos que plantea la nueva ley lo único que va a poder pasar es que tengan menor rentabilidad. Ninguna tiene por qué quebrar o desfinanciarse. Van a tener rentabilidad de su financiamiento propio. Algo que es más racional.
¿Y en términos estrictos cómo se manejaba el financiamiento de las prepagas?
De la cuota de un paciente sano, que cubría la de uno enfermo, se pagaba un adicional de cien pesos. En ese caso, sólo iba para el paciente enfermo la suma de treinta a cuarenta pesos. Para el dueño de la empresa esto significaba una rentabilidad del sesenta por ciento. Ahora seguramente al aumentar la base de pacientes enfermos va a tener una rentabilidad menor, pero igual la va a tener. Ninguna empresa corre riesgo de quebrarse si está bien administrada.
¿Se puede dar la posibilidad de que los afiliados se vayan masivamente a las obras sociales?
Es probable. Eso no es consecuencia directa de la ley, sino una decisión de los afiliados. Es cierto que es una posibilidad porque las obras sociales están brindando cada día mejores servicios que compiten con la medicina prepaga.
En otro de los anuncios, la Presidenta Cristina Fernández habló el seguimiento de los medicamentos. ¿Cuál puede ser la lectura posible de este anuncio siendo que una ex ministra de este gobierno se cerró la puerta de la Rosada por este tema?
Los cuestionamientos de (Graciela) Ocaña no tienen fundamentos jurídicos; son políticos. Lo que si plantea el gobierno nacional es la trazabilidad de los medicamentos. Hay droguerías y laboratorios acreditados en el Ministerio de Salud. Se podrá controlar en toda la cadena de comercialización el medicamento y consultar online si el remedio es y contiene lo que se produjo. Es un paso a la seguridad y la transparencia.
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